Los eritreos constituyen, con mucho, la mayor parte de los solicitantes de asilo en Israel , según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados. Sharon Harel, responsable adjunto de la ACNUR en Tel Aviv , dijo el lunes que había cerca de 8.500 refugiados eritreos en el país, a diferencia de unos 5.000 o 6.000 de Sudán. La israelí dijo que la entrada en gran número de eritreos en Israel había sido notada por primera vez en 2007, cuando cientos llegaron entre enero y abril de ese año.Antes de eso, había unos pocos cientos.
Harel expresó que no estaba claro por qué habían comenzado a llegar en ese momento, pero conjeturó que podría estar vinculado a las ondas de sudaneses refugiados que huyen a Israel, al mismo tiempo, y a la posterior apertura de nuevas rutas de contrabando y trata de personas en la zona. Más del 90 por ciento de los eritreos aquí son hombres, principalmente entre las edades de 22 y 40, así como muchos varones menores de edad no acompañados. Ella afirmó que muchos de ellos se cree que han huido de la conscripción militar obligatoria en Eritrea , que se puede extender indefinidamente por políticas de gobierno. Desde el regímen a menudo se trata con dureza a los desertores.
Los refugiados se enfrentan a un angustioso viaje en su camino a Israel. Además de las dolencias físicas, aguantar el calor y el agotamiento, a menudo son objeto de abuso físico y sexual por parte de los contrabandistas, que exigen el pago de entre $ 2,000 y $ 2,500 por cada uno para llevar a los refugiados de Sudán a El Cairo y luego a Israel. Harel dijo que los contrabandistas a menudo los retienen para obtener un rescate luego que llegan al Sinaí, sometiendoles a abusos hasta que reciben más dinero de sus familias.
Una de las batallas principales que su organización es saber diferenciar entre los refugiados solicitantes de asilo y los trabajadores extranjeros que se infiltran en el país para trabajar,intentando brindar un servicio a los perseguidos. Añadió que a menudo, cuando llegan al país medioriental, los refugiados explican a los soldados que estan buscando trabajo, ya sea por miedo o por la incapacidad de expresarse.
Se destacó la importancia de garantizar que los refugiados tengan el derecho legal de trabajar, así como el acceso a la atención sanitaria- la falta de los cuales, dijo, podría causar un problema de salud pública en Israel. Además, el estado debe garantizar «que se les da protección y no se les devuelve al país de procedencia.»
Eritrea, un país de tamaño medio del Cuerno de África, que alberga a poco más de cinco millones y medio de personas, es en gran parte desconocido para los occidentales. En parte porque su política y los problemas humanitarios allí acontecidos han sido eclipsados por los de los vecinos Sudán y Etiopía .
El informe anual de Amnistía Internacional para el año 2009 pinta un panorama sombrío de Eritrea, diciendo que, además de la pobreza asombrosa y la desnutrición que afecta a más de la mitad de la población, el gobierno del país es conocido por «el encarcelamiento de miles de presos políticos y objetores de conciencia del ejército, y el uso regular de la tortura contra los prisioneros. El país adolece de una prohibición del gobierno sobre el periodismo independiente, los partidos de la oposición, las organizaciones religiosas no registradas, y prácticamente toda la actividad de la sociedad civil. »
Además, Eritrea se enfrentó con Etiopía en una guerra de 30 años por su independencia,entre 1961 y 1991,que dejó cientos de miles de muertos en ambos lados y destruyó la infraestructura en ambos países. Entre 1998 y 2001, los dos países libraron un segundo conflicto que mató a más de 70.000 individuos en ambos estados.
La difícil situación de los refugiados eritreos en Israel es vista a diario por el británico-israelí Nick Schlagman, que gestiona los dos albergues administrados por el Centro de Desarrollo de África para los Refugiados en Tel Aviv. Según Schlagman, el ARDC provee tutorías en inglés y hebreo, la asistencia jurídica con las solicitudes de visado y asilo,además de alimentos y refugio a unos 44 eritreos, principalmente madres solteras, niños y mujeres embarazadas.
Explicó que los eritreos provienen de «un régimen totalitario con un despótico gobierno, que los hace muy sospechosos para las figuras de autoridad y líderes comunales.» Añadió que estas condiciones se encuentran entre las razones que les hacen tener el índice de aprobación más alto para solicitantes de asilo en el mundo.
Al igual que Harel, Schlagman explicó que los refugiados y los trabajadores de las agencias que los atienden «no está pidiendo mucho. Queremos que tengan el derecho a trabajar y a no ser devueltos a Eritrea, luego ellos van a cuidar de sí mismos. »
Schlagman estaba ocupado preparando el tercer Seder anual de Pesaj en el centro para los refugiados y sus familias de Shapira Sur en el barrio de Tel Aviv Park. El Seder, afirmó, incorpora a los refugiados «en las historias de los antiguos hebreos que huyeron de la esclavitud en Egipto» . El cooperante negó que hubiera tensión generalizada entre los refugiados y sus vecinos israelíes en la ciudad, diciendo: «Es algo que yo no he visto.»
Añadió que, si bien el gobierno fue lento en responder al aumento de solicitantes de asilo, la cuestión de ser refugiados en una tierra extraña debe aumentar la simpatía de todos los judíos: «Este tema impacta a los israelíes, y consiguen la simpatía de muchos de ellos. Hace referencia a algunos de los pilares de nuestra identidad como judíos,el amor al projimo y el auxilio al que sufre».
Africa-Israel relations. 